He dejado de escribir el blog. Es increíble que un viaje a la capital me haya consumido tantas energias y tanto tiempo, asumo que esas cosas pasan, cuando se interpone algo que corta tu rutina y te deja mal parado por varios días. En mi caso, dos semanas, y porqué tanto ? Pues bien, por dónde empiezo ?.
Un viaje programado en La Paz, me llevó a realizar capacitaciones a una empresa que maneja los territorios mineros a una entidad de gobierno y visitas técnicas a un par de empresas. Hubiera sido una semana normal como cualquier otro trabajo, pero me topé con un clima cambiante, una semana de manifestaciones y horarios poco convencionales.
Lo bueno, es que a pesar de que fue una semana fría, no fue tan fria como un par de días anteriores a mi llegada, la nieve aún se conservaba en las montañas dando una bonita vista.
Desde mi llegada me topé con manifestaciones de la UPEA, por lo que la mayoría de mis visitas las tuve que hacer a pie. Y en realidad fue así toda la semana.
No me sentí muy bien de estado de salud, me sentía cansado por las noches acolorado, tal vez algo de fiebre, dolor de cabeza, bueno en fin varias cosas incomodas, mis horarios de capacitador duraba hasta las 9 pm. y me acostaba exhausto hasta las 10 pm. De los pocos momentos libres trataba de comer bien.
El trabajo se terminó a mucho esfuerzo y sacrificio de horas extras, el sábado por fin con algo de tiempo libre pude pasear un poco. Una pasada por la calle de las brujas, por la comercio hacia la plaza Murillo.
Allí, pude ver el edificio de la casa del pueblo ya casi terminado a diferencia de mi última visita.
Tan rápido paso el tiempo que ya tenía que volver. Al retorno ya que no pude almorzar, me compré unas ricas wistupikos para el camino, bueno para el vuelo.
Fue el viaje más agotador que he tenido. En fin, Adios La Paz, por el momento.
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